Buen día señor, usted que conoce el pueblo.
Vengo llegando con el circo y busco un terreno.
Conmigo viaja una gran caravana, de sangre, de tradición, sueños y alma.
Como mis padres, mis hijos, seguramente mis nietos.
En las venas llevo con amor aserrín, lona y fierros.
Porque somos familia, somos sangre de circo.
Libertad y cultura de mi gente que sufre su destino.
Porque somos el arte, que anda por los caminos.
Esta carpa es mi casa, yo soy gente de circo.
Tengo que prepararme, hay que bajar las cosas, clavar estacas, subir los mastros y estirar la lona.
Hay que avisarle al pueblo, hay que decirle a la gente que el circo es el alma y la vida que dice presente.
Voy a pedirle a los santos, que esa tormenta no caiga tan fuerte.

Si el viento se lleva mi circo sería mi muerte.
Porque somos familia, somos sangre de circo.
Libertad y cultura de mi gente que sufre su destino.
Porque somos el arte, que anda por los caminos.
Ésta carpa es mi casa, yo soy gente de circo.
Créame, créame señor no le miento, si usted supiera lo que se siente nacer cirquero.
Daría mis últimos días, hasta el último aliento.
Por escuchar el aplauso sentirme un artista de nuevo.
Aserrín en mis botas, cayos de trapecista.
Que la última luz de mi vida se apague en la pista.
Porque somos familia, somos sangre de circo.
Libertad y cultura de mi gente que sufre su destino.
Porque somos el arte, que anda por los caminos.
Esta carpa es mi casa, yo soy gente de circo.
Si esta carpa es mi casa señor, yo soy sangre de circo.
Si esta carpa es mi vida señor, yo soy gente de circo.
Si esta carpa es mi mundo señor, yo soy circo argentino.